El sistema electoral en España y la exclusión de las minorías

El sistema electoral español está deliberadamente diseñado para favorecer la creación de mayorías que puedan soportar gobiernos estables. Esto se debe a la combinación de circunscripciones pequeñas con un sistema de reparto de escaños poco proporcional, que permite obtener la mayoría absoluta con poco más de un 35% de votos en la circunscripción y una diferencia de unos puntos porcentuales con el segundo.

Aunque en su momento pudo parecer la opción más segura para proteger la estabilidad política durante la Transición, al observar la distribución de los escaños en las últimas elecciones (2004) me pregunto si es democrático que la tercera fuerza más votada sea la sexta en número de representantes.

El tamaño de la circunscripción es lo que importa

Los artículos 68 y 69 de la Constitución Española de 1978 establecen que la circunscripción electoral para elegir a los representantes en el Congreso y en el Senado es la provincia. Esta forma de asignar a los parlamentarios españoles, sobre la base de mayorías provinciales, reduce considerablemente el nivel de representación de las minorías cuyos votantes no se encuentran concentrados geográficamente (el caso de Izquierda Unida).

El problema radica en que las provincias son circunscripciones demasiado pequeñas como para garantizar una adecuada proporcionalidad entre los votos recibidos y los representantes asignados a cada opción. Es inevitable que cuanto menos representantes corresponda elegir en una circunscripción, menos proporcional sea el reparto de los mismos. El caso extremo es la circunscripción que elige a un único representante (Ceuta y Melilla), en donde la lista más votada se lleva el 100% de los representantes, independientemente del número de votos.

En España, debido a la gran concentración de población en determinadas provincias, el 50% de los representantes al Congreso son elegidos en circunscripciones donde se eligen 7 candidatos o menos, siendo las más frecuentes las de 3, 4 y 5 representantes (9 provincias de cada uno de los tres tamaños, que suman el 31% del total). Con estas dimensiones, lo habitual es que sean 2 o 3 las fuerzas políticas que obtengan parlamentarios en cada circunscripción, descartándose el resto de votos sin representante.

De esta manera, es muy difícil que un partido minoritario se haga un hueco en los órganos de Gobierno. En nuestro actual sistema electoral, los únicos partidos que pueden acceder a la representación parlamentaria son aquellos con un respaldo mayoritario en el conjunto de la nación o aquellos que, siendo minoritarios, tienen a su electorado concentrado en provincias clave.

En el caso de que la circunscripción electoral fuera única (el conjunto del Estado), bastarían 70.000 votos entre 26 millones (equivalentes al 78% de participación) para conseguir un representante en el Congreso. Sin embargo, al asignarse los representantes por provincias, hoy en día 70.000 votos desperdigados no valen nada.

La explosión del regionalismo

La consecuencia más directa del actual sistema de asignación provincial de representantes es el creciente protagonismo del regionalismo e independentismo, que para algunos supone una amenaza a la unidad de España. Una vez que queda claro que la forma más fácil de hacerse oír siendo pequeño es agrupando electores en una provincia, la estrategia más directa de conseguirlo es mediante programas regionalistas, cuya prioridad no sea el conjunto del país sino la región.

A modo de ejemplo, de los 93 partidos que concurrieron a las elecciones al Congreso de 2004, el 52,5% mencionaban en su denominación alguna región de España y/o los términos nacionalista/independentista/regionalista. ¡Más de la mitad! Esto no significa que los partidos regionalistas con representación parlamentaria tengan más importancia de la que les corresponde, como queda demostrado más adelante en la tabla que compara diferentes sistemas electorales, pero si que es preocupante que tanto énfasis en lo local haya dejado al país huérfano de formaciones políticas capaces de plantear una alternativa viable a los gobiernos de PP y PSOE. La cuarta fuerza política no regionalista del país, Ciudadanos en Blanco, consiguió poco más de 40.000 votos para su proyecto de hacer el voto en blanco computable, y no se presentaba con un programa de gobierno completo.

La ley electoral y la asignación de escaños

Al problema del tamaño de la circunscripción, la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, añade dos nuevas trabas en su artículo 163: 1) No se computarán los votos de las candidaturas con menos del 3% de votos en la circunscripción, y 2) Los representantes se asignarán a las listas restantes en función del Sistema D’Hondt.

La barrera del 3%, ideada para excluir a los partidos minoritarios, resulta del todo antidemocrática cuando existen muchos órganos de gobierno en los que un 3% representa un escaño (en cualquier órgano con más de 34 representantes, el 3% representa, al menos, un escaño). En el congreso, el 3% representa 10,5 escaños y un escaño representa el 0,29% de los votos. De haber un umbral para participar en el recuento de escaños, debería situarse en el número de votos necesarios para conseguir un representante, aunque en mi opinión no debería excluirse «a priori» ninguna opción política por no reunir un determinado número de votos. El sistema de asignación de representantes debería ser el que se encargara de asignar a cada opción la representación que más se ajuste al número de votos recibidos.

En cuanto al sistema de recuento, si bien es cierto que el actual sistema (D’Hondt), basado en la metodología de la cifra repartidora, favorece excesivamente a los partidos mayoritarios, el sesgo que introduce es considerablemente menor que el atribuible al tamaño de las circunscripciones en España.

Existen varios sistemas de asignación proporcional de representantes que ofrecen una mejor representatividad entre votos recibidos y candidatos elegidos, basados mayoritariamente en la metodología del resto mayor. De entre ellos, el Cociente Droop es el que ofrece mayores ventajas. Aunque no tan popular como D’Hondt, el Cociente Droop se utiliza hoy en día en la República de Irlanda, Irlanda del Norte, Autralia y Malta, entre otros países.

Para estudiar las cualidades de ambos sistemas, he calculado cuáles habrían sido los resultados electorales de las pasadas elecciones de 2004 al Congreso si hubiera habido una única circunscripción nacional y se hubieran asignado los escaños mediante el sistema D’Hondt (en violeta) y el Cociente Droop(en verde). La siguiente tabla recoge los resultados de ese escenario en comparación con nuestro actual sistema electoral, basado en el método D’Hondt y circunscripciones provinciales (en amarillo).

Elecciones Generales España 2004 | ir a 2008 »
Votos%
votos
D’Hont
Prov.
% EscañosDifer.
Esc./
Votos
D’Hont
Nac.
Sin 3%
% EscañosDifer.
Esc./
Votos
Droop
Nacio.
Esc. por
cociente
Resto
Votos
Esc.
Resto
%
Escaños
Difer.
Esc./
Votos
PSOE11.026.16342,59%16446,86%4,27%15744,86%2,27%15215162.959143,43%0,84%
PP9.763.14437,71%14842,29%4,58%13939,71%2%13513434.208138,57%0,86%
CIU835.4713,23%102,86%-0,37%113,14%-0,09%121136.82713,43%0,20%
ERC652.1962,52%82,29%-0,23%92,57%0,05%9871.36412,57%0,05%
EAJ-PNV420.9801,63%72,00%0,37%61,71%0,08%6557.96011,71%0,08%
IU1.284.0814,96%51,43%-3,53%185,14%0,18%181749.81315,14%0,18%
CC235.2210,91%30,86%-0,05%30,86%-0,05%3317.40900,86%-0,05%
BNG208.6880,81%20,57%-0,24%20,57%-0,24%3263.48010,86%0,05%
CHA94.2520,36%10,29%-0,07%10,29%-0,07%1121.64800,29%-0,07%
EA80.9050,31%10,29%-0,02%10,29%-0,02%118.30100,29%-0,02%
NA-BAI61.0450,24%10,29%0,05%10,29%0,05%1061.04510,29%0,05%
PA181.8680,70%00,00%-0,70%20,57%-0,13%3236.66010,86%0,16%
BLOC-EV40.7590,16%00,00%-0,16%00,0%-0,16%1040.75910,29%0,13%
PSM-EN,EU,E40.2890,16%00,00%-0,16%00,0%-0,16%1040.28910,29%0,13%
CENB40.2080,16%00,00%-0,16%00,0%-0,16%1040.20810,29%0,13%
ARALAR-ZUTI38.5600,15%00,00%-0,15%00,0%-0,15%1038.56010,29%0,14%
LV-E37.4990,14%00,00%-0,14%00,0%-0,14%1037.49910,29%0,15%
PAR36.5400,14%00,00%-0,14%00,0%-0,14%1036.54010,29%0,15%
Totales25.483.50435015,40%3506,15%350335153,42%
coeficiente Droop72.604

Comparando las tres columnas correspondientes al diferencial entre el número de votos y número de escaños asignados, la ampliación de la circunscripción a nivel nacional aumenta notablemente la representatividad del resultado y, de las dos metodologías analizadas, el Cociente Droop, pese a seguir favoreciendo a los partidos mayoritarios, es más proporcional en el reparto de escaños.

En todos los sistemas, el partido más beneficiado hubiera sido el PP, pero mientras que con el sistema actual disfruta de una sobrerepresentación del 4,58%, con una única circunscripción se habría reducido sensiblemente el problema (al 2%) y combinando circunscripción única con Cociente Droop esta sobrerepresentación se habría reducido a niveles aceptables (0,86% de escaños más de los que le corresponderían). Las mismas conclusiones se pueden sacar comparando los totales correspondientes a sumar los valores absolutos de las desviaciones entre porcentaje de votos y porcentaje de escaños para las tres alternativas. La no proporcionalidad del sistema español (15,4%) está muy por encima de lo que se podría esperar (3,42%).

Al elegirse un mayor numero de representantes, la circunscripción única nacional otorga a los partidos minoritarios perjudicados por el actual sistema electoral (IU y PA) una representación acorde con la proporción de votos recibidos, siendo está más precisa en el caso de Cociente Droop, gracias al cual 7 partidos políticos que actualmente no cuenta con representación política conseguirían un diputado.

Aunque habrá gente que argumentarán que este sistema dificulta la gobernabilidad por la cantidad de escaños «sueltos» que otorga, en mi opinión estas nuevas formaciones políticas, dispuestas a comerle el terreno a quien se duerma en los laureles, son necesarias para el reciclaje en la alternancia en el poder, para un debate político más plural y para mantener la tensión en la clase política.

Soluciones para mejorar la representatividad de los órganos de Gobierno

Antes de exponer las medidas para solventar el importante déficit democrático que supone nuestro sistema electoral, quisiera llamar la atención sobre otro importante déficit que padecemos. Las elecciones, ya sean legislativas, autonómicas y municipales, son las únicas vías de participación efectiva que tienen los ciudadanos en cuestiones de gobierno.

La Jefatura de Estado es hereditaria, los poderes Ejecutivo y Judicial son nombrados por el poder Legislativo y, como he descrito, la elección del poder Legislativo está sesgada en favor de los grupos mayoritarios. En este país, la iniciativa legislativa popular no puede utilizarse para modificar la Constitución ni las leyes orgánicas (como la electoral), y aunque se pudiera utilizar no sería vinculante, por lo que no hay obligación de aprobarla, discutirla o someterla a referéndum (que por cierto, tampoco sería vinculante, así que da igual el resultado). En definitiva, los ciudadanos estamos completamente a merced de los partidos políticos, como detallo en «El secuestro político de la Soberanía Popular».

La mejor, quizás única, oportunidad de que dispondremos será cuando se disuelvan las Cortes en 2008 según lo previsto en el procedimiento para la Reforma de la Constitución. Si de esas elecciones saliera una coalición de partidos regionalistas y nacionales minoritarios suficiente para arrebatar la mayoría a PP y PSOE, sería posible introducir «novedades» no previstas originalmente en el proyecto de reforma, como las mencionadas aquí.

Concretamente, es necesario modificar cuanto antes la Constitución para que los representantes de la soberanía popular sean elegidos por circunscripciones correspondientes a su ámbito de competencia, de modo que representen con fidelidad el apoyo que cada opción política tiene en conjunto sin importar dónde se vote. De este modo, los Diputados deberían elegirse por circunscripción nacional en cuanto representantes del conjunto de los españoles (Art. 68); y los Senadores deberían elegirse por circunscripción autonómica en cuanto representantes de los territorios que componen España (Art. 69). Está última medida, la del Senado, se baraja entre las posibles novedades para introducir en la futura reforma (parcial) de la Constitución anunciada por Zapatero.

Además sería necesario modificar el artículo 163 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, para eliminar (o reducir al mínimo) el límite del 3% de los votos que necesita cualquier candidatura para ser contabilizada, ya que de aplicarse la ampliación de las circunscripciones sin esta modificación, el Congreso se quedaría con sólo 4 grupos parlamentarios. También sería recomendable, ya puestos a mejorar el sistema, modificar el sistema de asignación de escaños descrito en el mencionado artículo por otro de mayor proporcionalidad, como el mencionado Cociente Droop.

No me cabe duda de que si se aprobaran estas tres sencillas modificaciones, dejaríamos de escuchar tonterías en las noticias y la productividad de nuestros políticos se dispararía. Pero claro, eso será por encima de sus cadáveres, ya que ¿quién estaría dispuesto a sacrificar la gallina de los huevos de oro?.

Deberemos ser los ciudadanos quienes apartemos a las formaciones políticas dominantes del poder si queremos renovar la Democracia en España. En tus manos está elegir entre mantener a este país en el «Pan y Circo» o iniciar la Segunda Transición, hacia una verdadera Democracia. Tienes una cita con las urnas, y con la Historia. No nos falles.

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73 thoughts on “El sistema electoral en España y la exclusión de las minorías”

  1. No se si ya se ha hablado del tema, no he podido leerme todas las respuestas (muy interesantes, por cierto). Pero ahí va mi propuesta. Si son unas generales que más da que un voto a un partido venga de cuenca o zamora? Se tendría que contabilizar el total de votos (contando en blancos y nulo si se quiere), dividirlo entre los escaños y ya se sabría la cantidad de votos REAL que se necesita para tener un escaño, luego simplemente se coge el número de votos que tiene un partido, se divide entre el número anterior y te sale el número de diputados que tendrá. El resto de votos «no usados» para conseguir un escaño los guardamos para ver a quien le corresponden los escaños que no se han dado. Cuando ya se han repartido los escaños a los partidos que tienen el mínimo de votos para tener un diputado (haciendo un cálculo rápido, para las elecciones del 2004 serían unos 72800 votos para tener un diputado. De primeras el partido andalucista pasaría de 0 a 2 diputados, y nafarroa bai de 1 a 0, aunque al repartir los escaños que no se han repartido posiblemente le tocaría uno ya que tiene unos 60000 votos. De esta manera sería mucho más justo creo yo. No se si se ha entendido bien, la idea es que un voto valga lo mismo en cualquier punto de España, cosa que ahora no pasa, de esta manera tb tendrían más peso los partidos que no son PPSOE y al menos se podría intentar romper el bipartidismo. El caso + sangrante es el de IU, siendo la tercera + votada es el sexto partido en escaños, un cachondeo. Y si ahora apareciera otro partido con muchos votos (pongamos 2-3 millones), se seguiría comiendo los mocos.

  2. tablitas a mi…

    como arreglas que con droop los votos a los partidos menos votados valgan casi el doble que los votos a los partidos mas votados?

    1. Pues hay dos posibles soluciones: la primera, no hacer nada porque eso que dices no pasa. Si hay que asignar el último escaño entre un partido que tiene 145,6 cuotas droop y otro que tiene 0,65 cuotas droop… ¿quién tiene más derecho a conseguirlo? Pues el de mayor resto, que puede ser cualquiera de los dos (en este ejemplo, el más pequeño).

      No obstante, si no resultara conveniente que un partido con 0,65 cuotas obtuviera ese escaño, podría establecerse una barrera electoral igual al valor de la cuota Droop, lo cual dejaría a 7 formaciones políticas sin su único escaño, o la mitad +1 de la cuota, lo cual dejaría fuera sólo al PAR.

      Que yo sepa, por encima de 0,5, el entero más próximo es 1.

      1. Cómo que no pasa?
        Con droop:
        El PSOE necesitaría 72540 votos POR CADA UNO de los 152 escaños que obtendría.
        El PP necesitaría 72319 votos POR CADA UNO de los 135 escaños que obtendría.
        Y sin embargo, al PAR le bastaría con 36540 votos para obtener su escaño. A LV-E 37499 votos, etc
        De justo y proporcional no tiene nada. La diferencia aritmética entre porcentajes no es una medida de la desproporcionalidad. Habría que recurrir más bien a la razón entre porcentajes.
        Pero no hace falta, D’Hondt es el sistema más justo y proporcional por si mismo, si se entiende su definición.
        Por cierto, en la tabla que pones de D’Hondt Nacional NA-BAI no obtendría ningún escaño y el PSOE obtendría uno más, 158.

    1. No se a qué te refieres con «favorecer el centralismo», ya que las fuerzas nacionalistas y regionalistas mantienen o mejoran su representación y, en cualquier caso, ganan en poder de negociación ya que sin la prima electoral, a los partidos más votados les cuesta más formar mayorías y se ven obligados a negociar.

  3. Yo propondría además que el voto en blanco tuviera un efecto directo en los resultados de escaños, tal y como que quedasen escaños vacíos en la proporción que le corresponda según el número de votos en blanco y/o abstenciones. Todo ello sin que afecte a las normas de funcionamiento interno de las cámaras y de este modo tratar de no afectar a la gobernabilidad (por ejemplo que las mayorías en las votaciones se computen respecto del total de escaños que sí están ocupados).

    Con esto que propongo aumentaría la gobernabilidad del que realmente debe ostentar el poder, que es el pueblo, o si se quiere la soberanía popular base del principio de democracia, pues se podría ‘despedir’ a los políticos si no cumplen su función.

  4. Excelente explicación. Pero me hubiese gustado que pusieses una tercera opción más que fuese:

    – Aplicar el cociente Droop pero con las 52 circunscripciones(50 provincias + ceuta y melilla, no?).

    Supongo que cambiaría poco con respecto a lo que ya tenemos.

    De todas formas, está genial explicado.

  5. Hemos pasado de la financiación ilegal y corrupta de los partidos políticos (que posiblemente aún continúe) a la financiación a base de elecciones anticipadas… Cuantos millones de € llevamos gastados en convocatorias electorales? Cuanto dinero público se han llevado los partidos políticos en los últimos años con tantas elecciones?

    Y no pensemos que cuantas más elecciones hagamos nos volveremos más democráticos, ya que todas se siguen basando en la misma fraudulenta y antidemocrática ley electoral!
    España tiene una «democracia» tercermundista nivel república bananera. La democracia se demuestra con la participación real de los ciudadanos en las decisiones públicas, la transparencia de la Administración y la proporcionalidad de la ley electoral.

    Las próximas elecciones al Congreso y al Senado se adelantan unos días a las de mayo no por principios democráticos sino por miedo e intereses particulares. Hacerlas coincidir todas en un superdomingo electoral sería más económico, pero no sólo les nueve el afán lucrativo y el miedo a jugarse los resultados a una sola carta sino sobretodo por la vergüenza y temor que supondría poner en evidencia el fraude que supone nuestra ley electoral porque desvelaría la desviación entre lo que votamos los ciudadanos y como se reparten ellos el pastel de los escaños. Habría puesto a la luz el gran fraude que supone la CIRCUNSCRIPCIÓN PROVINCIAL!!

    En las elecciones al parlamento europeo, a pesar de seguir teniendo distorsiones como el sistema d’Hondt, las listas cerradas y la no representatividad de los votos en blanco, al menos la circunscripción única permite que el reparto de diputados sea más acorde a la voluntad de los ciudadanos porque todos los votos cuentan independientemente de donde vivas. En las elecciones generales no es así. En la mayoría de provincias españolas si no votas a uno de los dos partidos mayorías tu voto será robado por ellos y el resultado final no tendrá que ver con la voluntad del pueblo ni con el reparto de las elecciones europeas, y te lo voy a explicar a continuación. Por eso no se pueden permitir el lujo de hacerlas coincidir, porque si lo lógico es que un mismo día la inmensa mayoría de ciudadanos vote al mismo partido en las Generales y en las Europeas, no sería lógico que el reparto de diputados fuese tan diferente.

    ¿Cómo funciona la trampa y fraude electoral del bipartidismo y los nacionalismos?
    En la transición llegaron al acuerdo del estado de las autonomías para el reparto del poder mediante una ley electoral que propiciaba el bipartidismo a nivel estatal y una representatividad de los partidos nacionalistas superior a la del resto de pequeños partidos nacionales:

    – Además de suprimir los votos de los ciudadanos que votan a partidos que no llegan al 3% o al 5%;

    – Además de ignorar los votos de los ciudadanos que no convenciendoles ninguna opción política han hecho el esfuerzo de acudir a votar y mostrar su disconformidad con un voto en blanco;

    – Además del sistema d’Hondt que ya premia a los 2 partidos más votados dándoles más escaños de los que les corresponde en función del porcentaje de votos obtenido;

    – Además, para colmo, imponen la circunscripción provincial que tergiversa aún más el resultado final. Un auténtico robo de votos de millones de ciudadanos de las pequeñas provincias (en población) que son la mayoría de las provincias españolas.

    En más de la mitad de las provincias españolas son tan pocos los diputados que se eligen que los pequeños partidos no consiguen representantes y esos cientos de miles de votos son no sólo ignorados sino «robados» por los 2 grandes partidos puesto que al final se reparten desproporcionalmente el 100% de los 350 escaños del Congreso.

    Una provincia con 3 diputados obtendrá 2 del PP y 1 del PSOE o viceversa.
    Así, partidos como IU con casi un millón de votos en el 2015 obtuvo sólo 2 diputados no porque esos escaños costaran más votos conseguirlos que los de los nacionalistas como se afanan en «mal explicarlo» los medios de comunicación cómplices con la casta política y culpables también de la desinformación de los ciudadanos. Esos 2 diputados los consiguió sólo con los votos de la circunscripción provincial de Madrid por ser grande y poder reflejar la pluralidad de la voluntad popular. El resto de miles de votos «se los quedó» el PPPSOE.

    La mayor decepción es la de los nuevos partidos políticos que en su afán de «sorpassar» a los antiguos aspiran a verse beneficiados injustamente por esta misma ley electoral en contra de la regeneración política que intentan vender…

    Si queremos un país democrático y sin corrupción hacen falta buenos políticos, y para ello hace falta una buena ley electoral: justa, proporcional y realmente democrática!

    Este país necesita una ley electoral con:

    – un sistema de reparto proporcional con *CIRCUNSCRIPCIÓN ÚNICA* (o como mucho autonómica pero que para conseguir 175 de los 350 escaños necesites exactamente el 50% de los votos, y lo mismo en el Senado que aún es más vergonzoso!)

    – la *supresión del sistema d’Hondt* por un sistema lineal (o como mucho el sistema Droop)

    – la *supresión del mínimo del 3%* para conseguir representatividad (o como mucho los votos necesarios para conseguir un diputado que suele ser unos 70.000)

    – la *representatividad del voto en blanco* para que los políticos se esfuercen en hacer bien su trabajo y que a los ciudadanos que no les convenza ninguna de las opciones políticas y votan en blanco lo vean representado en un escaño vacío.

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